A lo largo de los años la incursión de la mujer en el deporte ha ido aumentando al grado de poder practicar deportes que eran considerados exclusivos para el hombre. Hoy encontramos destacadas representantes de la capacidad femenina en deportes como futbol, box, pesas, luchas, por mencionar algunos; el maratón es otro claro ejemplo: en la antigüedad el maratón era considerado un deporte exclusivo de hombres, aunque el historiador Karl Lennartz afirma que en la primera edición del maratón Atenas – Maratón Melpómene realizó todo el recorrido aún sin haber aceptado su inscripción al mismo por parte de las autoridades griegas.
Aunque parezca increíble, aún es excluida de algunos por considerarlos rudos o poco femeninos.
Sin embargo las mujeres desarrollan el mismo interés por los deportes que los hombres, al igual que en otras tantas actividades y profesiones, pero al parecer como muestran los números, todavía no practican deporte en el ámbito competitivo al igual que los hombres, la psicología asegura que se debe a la diferencia que tienen las mujeres respecto al significado de la búsqueda del éxito y del rendimiento. Las mujeres tienden a lograr el éxito sobre la base del dominio y mejoramiento personal, como comentamos anteriormente (Gill). En tanto los hombres buscan el resultado frente al oponente, siempre la competitividad.
La psicología afirma que las mujeres que intervienen en deportes competitivos son más independientes, autónomas y tienen un mejor desarrollo individual y social.